lunes, 27 de diciembre de 2010

FELIIIIIZ 2011 TRANSPARENTE!!!


En esta sociedad moderna aprendemos a escondernos detrás de las máscaras sociales de lo que consideramos como un comportamiento correcto. Constantemente estamos ignorando lo que sentimos o pensamos para poder recibir la aprobación de quienes nos rodean.

 
Fingimos todo el tiempo con el fin de ser aceptados por otros, pero la ironía es que todos hacemos exactamente lo mismo: todo el mundo está fingiendo también. Pensamos que estamos convenciendo a todos con la actuación de “Me gustas mucho, eres genial”, mientras que en realidad estamos pensando, “¡No la soporto! ¡No quiero volver a verla otra vez!” En realidad, no estamos engañando a nadie: todos pueden ver a través de nuestra actuación. ¡Porque todos ellos también desempeñan los mismos papeles, hacen lo mismo! 
 
Se necesita valor para quitarse las máscaras, pero sorprendentemente, cuando finalmente lo hacemos, en realidad recibimos más aprobación que nunca, porque uno en realidad ya se está aprobando a sí mismo.
 
Uno de los escollos en el camino de la autorrealización es el adoptar una máscara   “espiritual”, que reemplaza a máscaras más antiguas aprendidas del entorno familiar y social. Quedamos así atrapados en la idea de cómo una persona espiritual tiene que comportarse o mostrarse, y creamos así, un ego espiritual . Entonces, por nuestra apariencia externa, nuestros hábitos alimenticios, nuestras horas de práctica, o nuestros muchos seguidores o fans, nos consideramos estar en un lugar de iluminación o evolución, en el que en realidad, no estamos.
 
¡Creamos una nueva estructura de ideas y normas acerca de cómo se supone que debemos comportarnos, basada en las enseñanzas que, en realidad, fueron diseñadas para romper nuestras estructuras y creencias limitantes!
 
La realización absoluta, o la iluminación, no tiene una estructura, ni una caja, ni una forma. Es la totalidad ilimitada: simplemente sigue expandiéndose y expandiéndose, eternamente.
 
Nuestras máscaras nos hacen sentir cómodos y seguros, pero la comodidad es una de las grandes causas de nuestro descontento. Creemos que nuestras máscaras y la comodidad que aportan nos hacen felices, pero en realidad, nos impiden crecer como individuos, nos tornan insatisfechos y nos sofocan. Nuestras máscaras nos hacen rígidos y estáticos. Nos quitan la espontaneidad, la flexibilidad y el crecimiento en la vida. Lo más importante en nuestra experiencia humana es la evolución, ser más: ser más excelencia y ser más amor. Y hasta que no disolvamos nuestras máscaras, aquellas detrás de las que nos ocultamos, no podremos, en realidad, evolucionar.
 
Les invito a despedir el año, quitándose todas las máscaras y agradeciendo lo aprendido  y así, abrazar  y dar la bienvenida al 2011 en la transparencia  y la verdad  que el corazón  vibra. :)

6 comentarios:

  1. Srta Moon:
    ¡qué fuente de inspiración todo este texto!!!!
    Sí, hay mucha máscara que quitar.
    A veces hay máscaras que ni sabemos que las llevamos. Pero sí, tendremos que intentar ser transparentes hasta con nosotros mismos. Esa es la fase más difícil.
    Un abrazo muy fuerte

    ResponderEliminar
  2. Maaaaaaaaaaaaaar! mi incondicionaaaaaaaaaal!!
    Un abrazoooo gigante! t'estimu muchoooooooooooo puchoooooooooooooooooo!!

    ResponderEliminar
  3. Me encaaantaaaaaa !!!!!! muuuuaaaak

    ResponderEliminar
  4. es preciosa esta entrada Lorena un beso !

    ResponderEliminar
  5. Chapó! No se puede definir la vida con mejores palabras...
    Enhorabuena por la entrada, es genial ;)

    ResponderEliminar
  6. Graciaaaas cusineeets! :D i Astrid! Muaks!

    ResponderEliminar